martes, 11 de mayo de 2010

El placer de leer.

-¡Rápido aparatar las mesas! ¡Colocad las sillas! ¿Os habéis traído el libro?

Todos los alumnos colaboran en la reorganización de la clase: hoy toca foro literario y no hay tiempo que perder. Esta vez la temática ha sido libre: cada uno ha elegido su propio libro, ajustado a su gusto personal, sobre el cual ha preparado su exposición. ¡No puede quedar ninguno sin nombrar al final de la clase!



Una vez que los alumnos se han situado y organizado, el moderador rige las normas del debate: no se puede interrumpir a ningún compañero; para pedir el turno de palabra se levantará la mano; se comentarán cada uno de los componentes narrativos de manera ordenada: título, tema, autor, resumen, personajes, recursos literarios… El moderador además, será el encargado de dirigir y coordinar el evento durante su transcurro.

Y aunque los chicos son de edades similares, sorprende observar la gran variedad de gustos en cuanto a tendencias literarias.

Las obras juveniles del romántico autor italiano Federico Moccia ocupan un lugar muy considerado en la mayor parte de las estanterías, así como los también best-sellers de La Saga Crepúsculo.


Pero entre vespas y vampiros, chocamos con otros personajes totalmente diferentes, como esa soñadora “Caperucita en Manhattan” de Carmen Martin Gaite -todo un clásico de la novela de posguerra- o con un valiente y al mismo tiempo inocente, Oliver Twist.

También hemos tropezado con novelas de ciencia ficción, plagadas de ideas futuristas y robots ya casi humanos; novelas de rasgos fantásticos, que nos sumergen en mundos mágicos, inundados de enanos, elfos, plantas inimaginables, hadas, hombres-lobo…


El foro fue un éxito y al finalizar fueron muchos los que siguieron intercambiando información acerca de sus libros. De nuevo, todo un homenaje a la cultura y a la literatura. Y es que con actividades como ésta, a más de uno se le despierta el gusanillo de la lectura, una forma diferente y muy especial de viajar, donde no necesitamos más equipaje que un libro y la imaginación como maleta.

lunes, 10 de mayo de 2010

¿La fórmula? Lápiz, papel y mucha imaginación.

Última hora de clase, para otros quizá primera, pero eso no era lo importante. Llega el profesor con la intención de, sin previo aviso, encontrar en todos y cada uno de sus alumnos una pizca de inspiración y poder plasmarla en papel, creando una breve historia. Aunque más breve era el tiempo que se pedía para hacerlo, una simple hora. Entonces, a ver quién encontraba la idea antes y podía empezar a escribir.
Así, todo el mundo entró a participar en el concurso literario para secundaria y bachillerato de relatos breves, lo que todos conoceríamos como un concurso de cuentos.

Novelas fantásticas, inverosímiles, futuristas, amores imposibles, hechos trágicos, sueños que alcanzar, otros ya conseguidos, esperanzas frustradas, vidas con una dosis extra de rutina, viajes inesperados e inolvidables, deseos inalcanzables, héroes cotidianos, días tan normales como un lunes o un martes más y un gran toque de color en cada mini historia. Todo ello ha sido recreado en todos y cada uno de los relatos presentados. Podían ser interesantes, con gancho o demasiado convencionales pero cada uno de ellos sería único.
Por este concurso han salido a la luz pequeños grandes escritores y escritoras con un gran talento, tanto a la hora de expresar aquello que les rondaba la mente, como en el momento de crear ese "algo" nuevo y original.
La ganadora del concurso de secundaria fue Ana Cano de 4º de ESO con su relato "Soy naranja, soy naranja". Un relato que en pocas líneas te hacía ver la maravillosa locura de sus personajes.

"Una vez un amigo me dijo que las mejores personas son aquellas que han perdido totalmente la cabeza, aquellas que desconocen por completo el significado de palabras como razón, cordura, lógica o sentido común. Que no logran diferenciar lo ficticio de lo real… Dicho de otra manera, que están como una cabra."

La ganadora del concurso de bachiller, fue una alumna de 2º, Maria Cueto.

Gran parte de los cuentos escritos se encuentran en el blog titulado El Taller del Relato. Aunque, por desgracia, parece que no todo el mundo se ha animado a publicar su obra, muy buenos trabajos pueden encontrarse en este pequeño rincón.