lunes, 22 de marzo de 2010

¿QUIÉN DIJO QUE LA POESÍA NO ESTÁ VIVA?

Durante estas últimas semanas de marzo se han estado realizando en clase de lengua y literatura una serie de lecturas poéticas, dramatizando, entonando adecuadamente según el texto a recitar, exaltando o pausando la lectura para que pueda sentirse y entenderse mejor el poema y al poeta.
No sería lo mismo declamar a Pedro Salinas, poeta del amor, con su "Ayer te besé en los labios":
"[...] Hoy estoy besando un beso; estoy solo con mis labios. Los pongo no en tu boca, no, ya no... -¿Adónde se me ha escapado?-. Los pongo en el beso que te di ayer, en las bocas juntas del beso que se besaron. Y dura este beso más que el silencio...".

Hablándonos de un beso, de ese primer beso, del amor inocente y vergonzoso de aquellos que se enamoran; que uno de Antonio Machado, un poeta entristecido y apenado por la muerte de su esposa y la situación de su vida en momentos de total incertidumbre como al escribir "Al olmo seco":
"Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento..."
Con estas declamaciones los alumnos del segundo ciclo de secundaria pretenden profundizar en los juegos de palabras formados por los poetas, intentando encontrar la mejor forma de llegar hasta ellos, sus intenciones, de aquello que deseaban hacernos ver a través de su poesía. Y deben intentar expresarlo tan sólo leyendo y entonando tal como se merezca.
Así, uno a uno salen a interpretarlos ante toda la clase para poder disfrutar de esos poemas llenos de palabras con sentido, dejándonos a los que escuchamos, sin él.